Bajar la mirada al suelo para ver una iglesia, es algo que probablemente nunca hayas hecho, ni vuelvas a hacer, si no es para ver una de las Iglesias cinceladas en la montaña de Lalibela. Impresiona entrar y sentir la energía que transmite.

Ver el cristianismo en sus orígenes, con peregrinos envueltos en túnicas blancas: pureza y roca.

Los mercados del Valle del Omo son como llegar a otro mundo, pero en el mismo planeta. Allí veremos a las distintas etnias vestidas tal como son, negociando y socializando de una manera tan natural, que hay que ir para sentirlo.

La estética de las etnias es tan increíble que las fotos salen solas. Solo con apuntar y disparar, tendremos un recuerdo precioso.

Noche cerrada y estrellada. Una hoguera. El poblado se reúne. Bailan y cantan. Saltan chispas. También en las miradas. Los jóvenes se sacan a bailar. Todo sucede al son de las palmas. Una noche Africana. Te espera.

La ceremonia del Salto del Toro te llega a lo más profundo. Y no solo por lo visual, que es espectacular, sino por al ambiente frenético, por las miradas exaltadas,  por los sonidos de las varas que cortan el aire y la piel excitada. Por el colofón de triunfo del hombre joven, que dejó serlo.

Cómo ceremonia de clausura, el último día tenemos una magnífica cena llena de delicias etíopes, preparadas con el máximo esmero. Además el ambiente de un espectáculo folklórico, hace que sea un broche perfecto, como una medalla de oro de los recuerdos.

• Oromo: Son la etnia mayoritaria de Etiopía. Fueron los dominadores de la escena política durante casi dos siglos. Viven sobre todo en el norte.
• Hamer y Banna: Son etnias parecidas, que comparten la estética de cuerpos cubiertos de ocre rojo y «rastas» étnicas africanas. 
• Dassanech: Quizá la etnia más sociable y auténtica. Fácilemente, sobretodo a las niñas y adolescentes, improvisan una danza mientras unas cantan y otras ríen.
• Dorze: La etnia más discreta, son muy laboriosos y sus «casas elefante» son realmente bonitas y distintas.
• Mursi: Son los más famosos visualmente, sus platos labiales y escarificaciones  lo justificam plenamente.
• Konso: Son la etnia cuya región, por la inmnsa riqueza paleontológica, es Patrimonio de la Humanidad.
• Karo: Sus pinturas corporales, de color blanco, dibujan bellos motivos geométricos y junto con los distintos adornos que usan, componen una estética realmente particular.
• Nyangatom: El vivir en una zona sin fronteras nacionales definidas (entre Kenia, Etiopía y Sudán), hace que tengan confrontaciones con etnias vecinas por los escasos recursos. A pesar de ellos, los cascabeles que atan a su cuerpo, suenan con estruendo en las celebraciones.

DÍA 01: LLEGADA A ADDIS ABEBA.

Llegamos a Addis Abeba, la capital de Etiopía, ciudad de 4 millones de habitantes que tiene agradables sorpresas que mostrar.

Visitaremos, una vez nos hayamos registrado en el hotel, el Museo Nacional donde veremos a la famosa Lucy, el antepasado homínido más antiguo jamás encontrado (más de cuatro millones de años). Veremos también la iglesia de San Jorge.

Mención especial merece el bullicioso ‘Merkato’, uno de los mercados al aire libre más grandes del mundo y el mayor de toda África. Es un caos fascinante de colores y todo tipo de productos, donde vamos a tener un primer contacto realmente intenso con la realidad africana.

DÍA 02: VUELO ADDIS ABEBA – BAHARDAR. 

Hoy vamos a volar al Norte, a Bahardar.

Al llegar por la mañana iremos a la primera maravilla inesperada de este viaje, las impresionantes cataratas de Tisisat, donde el Nilo Azul se desploma al vacío en un espectáculo genial. También haremos una breve caminata hasta el magnífico puente que construyeron los portugueses en el siglo XVII.

Regresamos a Bahir Dar y por la tarde navegaremos plácidamente por la que se llama la joya de Etiopía: el lago Tana. 

Este lago tiene unas 30 islas, la mayoría inexploradas y algunas están habitadas solo por monjes de la Iglesia Etíope que viven en pequeños monasterios que visitaremos. Además, la hospitalidad con la que reciben al viajero es realmente especial.

DÍA 03: BAHARDAR-GONDAR 

Después de desayunar, salimos hacia Gondar, que es una ciudad de Castillos, únicos de este tipo en toda África. 

Gondar que da nombre a un período de 200 años de relativa paz y que dió lugar a que surgiera una distinguida creatividad en la arquitectura, el arte y la música, en el mayor período de florecimiento de la cultura en toda la historia Etíope.

DÍA 04: GONDAR – SANKA BER – DEBARK.

Hoy es un día para disfrutar de la naturaleza.

Salimos  desde Bahir Dar hacia las altas montañas de Semién donde tendremos una espectaculares vistas. En estas montañas vive el Babuino Gelada, que por su melena recibe el apodo de “el león de los simios” y es una especie endémica de esta zona.

De vuelta hacemos noche en Gondar.

DÍA 05 y 06: VUELO GONDAR-LALIBELA  

De Bahir Dar volamos hacia Lalibela, dónde veremos una de las maravillas más desconocidas de todo el planeta: las iglesias talladas en la roca.

Es simplemente impresionante.

La roca vaciada y moldeada para dar forma a iglesias que además están huecas por dentro, con varios pisos de altura, túneles que las comunican,  ventanas, ventilación en un obra de ingeniería sin parangón. 

Te deja literalmente sin palabras.

Y no solo las iglesias talladas. Es el ambiente, especial, espiritual, tranquilo. Una experiencia única e increíble.

Estaremos casi dos días paseando, maravillandonos y descubriendo cientos de matices a cada cual más fascinante.

DÍA 7: VUELO AXUM-ADDIS ABEBA

Hoy volamos hacia Addis Abeba como paso previo a salir rumbo al sur. 

Podremos pasear, o quedarnos tranquilamente en el hotel ordenando los últimos días vividos y cogiendo fuerzas para los nuevos.

DÍA 8: ADDIS ABEBA – ARBAMINCH

Salimos temprano para aprovechar el día, hacia Arbaminch, en el sur, la ciudad que se le conoce como la puerta del Valle del Omo, nuestro destino final.

Por el camino las suaves colinas, la vegetación exhuberante y los muchos lagos que vamos a ir dejando atrás, hacen que el viaje merezca la pena. Además cruzaremos algunos poblados de las etnias Oromo y Wolayta (de quienes puede que nos sorprenda el estilo de sus casas) y en la parada a almorzar tendremos la opción de degustar la Njera, una fina crêpe sobre la que se depositan los alimentos y que es el plato nacional etíope.

Llegamos a Arba Minch, nos instalamos y cenamos. Ha sido un duro viaje, pero todo lo que nos espera los próximos días, lo compensará con creces.

DÍA 9: ARBAMINCH – KONSO – JINKA

Hoy llegamos a Jinka, que nos va a servir de base para explorar el Valle del Omo, en el profundo sur. 

De camino pararemos para visitar a los Konso. 

Solo habremos recorrido 90km desde ArbaMinch, pero en cuanto nos bajamos del coche ya nos damos cuenta de que hemos cruzado esa puerta invisible que nos cambia de mundo, de realidad, la esencia por la que viajamos.

De los Konso nos llama la atención los tótems, sus casas de adobe y la curiosa disposición en terrazas de las laderas de las montañas, donde cultivan lo necesario para subsistir.

Llegamos a Jinka, cenamos, y es recomendable recogerse no muy tarde, mañana nos espera un día espectacular.

DÍA 10: JINKA – PARQUE NACIONAL MAGO – KEY AFER – JINKA

Este cuarto día va a estar está lleno de emociones visuales y ambientales difícilmente superable.

Después de cruzar el Parque Nacional Mago, vamos a llegar a donde

viven los Mursi, una de las etnias más extraordinarias de África, que viven aislados en el altiplano y son mundialmente conocidos por los platos labiales que llevan las mujeres.

Después de semejante impacto visual, nos vamos a visitar uno de los mercados más fascinantes que podamos ver y a donde los turistas no llegan: el de Key Affer.

Este es el mercado semanal de la etnia Bana  y como en cualquier mercado del mundo,  es un punto de comercio pero sobre todo de encuentro social; Los Bana, Ari y Hamer intercambian noticias, chismorreos, toman café y se visten con sus mejores galas: también es un sitio donde llamar la atención de pretendientes y sentar las bases de futuros matrimonios.

Regresamos a Jinka y cenamos gustosamente mientras recordamos todas las sensaciones de este fantástico día.

DÍA 11: JINKA – TURMI – VISITA A LA ETNIA KARO– TURMI

Salimos muy temprano hacia Turmi, un pequeño pueblo cerca de la frontera con Kenia, que utilizaremos como base. 

Nos adentramos en lo más profundo del sur para conocer hoy a la etnia donde más presumidos y acicalados están los hombres: los Karos.

Por los caminos vamos a ver que realmente estamos en otro mundo, es fácil ver a las distintas etnias con su ganado, vestidos a su manera, es sus rutinas y quehaceres.

Al llegar a la aldea, veremos que los los hombres Karos son realmente presumidos y coquetos. Se decoran el cuerpo con pintura vegetal ocre y siempre llevan una Borkota, que les sirve tanto para sentarse en el suelo como para tumbarse y apoyar la cabeza. 

Un “complemento” indispensable de los Karos, una banana llena de balas y un fusil Kalashnikov.

Las mujeres llevan un clavo en el labio inferior y son también muy coquetas y agradables.

Volvemos de regreso a Turmi donde existe la posibilidad de organizar un baile étnico con los Hamer, “el Ivangadi” y terminar la jornada en una agradable convivencia.

DÍA 12: TURMI – DIMEKA– ARBAMINCH

Hoy emprendemos el regreso al norte, hacia Arba Minch, en un trayecto donde pararemos a visitar sin prisa el mercado de Dimeka, de los Hamer, quizá el más auténtico y tradicional de todo el Valle del Omo.

En él, los Hamer, Karo y Dassanech (muy fácilmente identificable cada etnia por sus distintas vestimentas) se dan cita como vimos en el de Key Afer; comerciar y socializar van de la mano y a pesar de la estética tan distinta, preciosa y cautivadora, ya vemos que los seres humanos tenemos puntos de conexión sea cual sea nuestro origen y creencia.

DÍA 13: ARBAMINCH 

Hoy va a ser un día tranquilo e interesante.

Por la mañana saldremos hacia las montañas que rodean Arbaminch para conocer a los Dorze, etnia que tiene una arquitectura muy peculiar en forma de lo que llaman casas “Elefante”.

Para llegar a ellos tenemos que subir a casi 3.000 metros sobre el nivel mar y atravesar profundos bosques. Además en la ruta tendremos unas magníficas vistas sobre los lagos que están a los pies de la ladera, los de Abaya y Chamo.

Después de sorprendernos con la arquitectura de los Dorze volvemos al hotel y después de comer pasamos la tarde navegando plácidamente  por el Lago Chamo, donde con un poco de suerte veremos la fauna que lo puebla: hipopótamos, cocodrilos, pelícanos son, entre otros, sus habitantes más afamados.

DÍA 14: ARBAMINCH-ADDIS ABEBA  

Al levantarnos salimos hacia el norte, Addis Abeba nos espera. 

Ya solo nos queda volver, pero aún tendremos tiempo de visitar por el camino la iglesia excavada en la roca más al sur de etiopía, un campo de estelas de origen desconocido y atravesar profundos bosques, atravesando los paisajes que nos han acompañado en este viaje tan fascinante.

Una vez en Addis Abeba ya solo nos queda coger el avión de vuelta, sabiendo que serán muchas las que volvamos a todos los recuerdos, que son el río de todo lo nuevo que hemos vivido estos días, porque aunque suene cursi decirlo, las mejores fotos se hacen con en el alma.