NORUEGOS
Los Noruegos tienen fama por ser personas poco impulsivas, que evitan el conflicto y enfrentamiento social a toda costa e intentando evitar las discusiones. A pesar de ello las “buenas maneras sociales” no son su fuerte, quizá por su pasado de dura rudeza vikinga.
Son unos extraordinarios amantes de la naturaleza y les encanta cuidarla y vivir esa noruega salvaje que empieza tan cerca de sus ciudades.
Como parte de ese disfrute, está el “kos”, su filosofía vital sobre cómo pasar un buen rato centrándose en lo cómodo y acogedor, por ejemplo, aunque estés al aire libre haciendo una caminata en invierno, todo está perfecto si estás bien abrigado. Además el Kos también le da mucho valor a disfrutar de la sencillez, a los pequeños placeres que brinda el día a día, que casi siempre, seguramente por los largos y duros inviernos, tiene que ver con un lugar cálido, acogedor y con comida.
A pesar de ser más rubios y más altos que los españoles, su ideal de belleza está muy relacionada con los pueblos mediterráneos.
Mayormente son cristianos luteranos, vertiente del cristianismo que se centra en la pureza de la fe, más que en las buenas obras. Quizá por ello, y a pesar de tener un alto nivel de vida, no son personas pretenciosas o que busquen la exposición.