HAMER Y BANNA
Los Hamer son una etnia numerosa con una población de unas 35.000 personas. Al visitar esta etnia, sorprenden sus adornos, las gruesas trenzas de color ocre, sus ropas de piel y una curiosa forma de “tatuar”, haciendo pequeños cortes y tratando la herida con ceniza, dejando una especie de callo o grano que adorna su cuerpo.
Asimismo, es llamativo ver a los hombres que usan un moño de arcilla. Este ornamento es portado por aquellos guerreros que han matado un hombre, representando el orgullo del guerrero.
Los Hamer son principalmente seguidores de las religiones tradicionales. Por ejemplo, creen que los objetos naturales (rocas, árboles, etc.) tienen espíritus. También creen en los jinnis, o espíritus que son capaces de asumir la forma humana o animal y ejercer influencia sobrenatural sobre las personas.
Los padres de Hamer tienen mucho control sobre sus hijos, que crían el ganado y las cabras para la familia. Son los padres los que dan permiso para que los hombres se casen, y muchos no lo hacen hasta mediados de los treinta. Las mujeres, por otro lado, tienden a casarse alrededor de los 17 años.
El hombre, para poder poseer ganado, casarse y tener hijos. tiene que superar un ritual único: una ceremonia de salto de toros.
Es una ceremonia increíble que consiste en al saltar y caminar sobre una línea de ganado.
Al son de música, cantos y bailes de las mujeres, en medio de la excitación del ganado y los hombres intentando dominarlo para hacer la línea sobre la que va a caminar el iniciado, un hombre joven y desnudo se juega su futuro delante de toda su familia y la aldea entera.