Los Diola viven principalmente en la región senegalesa de Casamance, habitando también algunas aldeas de Gambia y Guinea Bissau. Su aislamiento en Casamance por el río Gambia, ha favorecido que mantengan sus diferencias étnicas tan auténticas, también su lengua pues no hablan ni wolof ni francés y aún practican mayormente sus tradiciones animistas, algunos también el cristianismo a diferencia del resto de población musulmana en Senegal.
Viven en clanes a los que mantienen una lealtad y fiera defensa, mostrando su orgullosa historia a través de las tradiciones orales, canciones y danzas. Son muy conocidos por su hostilidad al invasor, defendiéndose del colonialismo portugués y francés con gran valor. Los clanes son de los aspectos más importantes de sus vidas.
Ellos se llaman a sí mismos los Ba Aiuki, algo así como “los dueños del paraíso”, pues son la etnia más auténtica de Senegal en cuanto a la conservación de sus costumbres en un paraje natural selvático muy frondoso y virgen.
Creen en un Dios del Universo, con el que se comunican a través de los fetiches impregnados de las almas de sus antepasados familiares, ya que se consideran a los humanos demasiado insignificantes para dirigirse a Dios y por eso necesitan a los espíritus de la tribu como intermediarios.
Podemos conocer sus ancestrales ritos de iniciación, las leyendas de su orgulloso pasado, su sencillo, aislado y auténtico estilo de vida en la tierra de la legendaria teranga, tierra de la hospitalidad.