Mauritania se podría definir como un país mágico
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,
Chinguetti y sus Centenarias Bibliotecas en las Puertas del Sahara
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,
Oroñôs y Okinkas, cultura y tradición en las Islas Bijagó
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,
Los Mevleví, Derviches Giradores
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,
La Danza Zaoulí, un baile de resistencia y unión
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,
¿Se puede morir dos veces?
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,
El rito de la Bukut en Basse-Casamance
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,
Tras las huellas de las Caravanas
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La conquista de Gran Canaria
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Encontrar la Ciudad Perdida: Teyuna, la ciudad sagrada
Viajar étnico es percibir, entregar los sentidos al mundo, sentir la vida en sí. Los viajes no son algo cuantificable; siempre son distintos, únicos, irrepetibles. La vida avanza a una velocidad vertiginosa; es tal el ritmo que muchas veces no tenemos tiempo para apreciar lo que nos está ocurriendo. Este es el drama del mundo contemporáneo. Sin embargo, cuando viajamos, el tiempo se dilata, durante el viaje, se percibe lento. Quedan atrás la velocidad y la monotonía del día a día,